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ToggleEntrevista a la Dra. Antonia López, ginecóloga en el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia y experta en radiofrecuencia.
En esta conversación íntima y reveladora, la Dra. Antonia López, ginecóloga del Servicio de Ginecología del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, nos abre las puertas de su experiencia clínica como experta en radiofrecuencia, junto a su compañera la Dra. Lucía Nieto.
Experiencia y trayectoria en el tratamiento de miomas uterinos mediante radiofrecuencia.
La Dra. López cuenta con más de cuatro años de experiencia especializada en el tratamiento de miomas uterinos utilizando la técnica de ablación por radiofrecuencia, habiendo intervenido a más de 150 pacientes tanto en el ámbito público como privado. Esta técnica, mínimamente invasiva y cada vez más reconocida por su eficacia y perfil de seguridad, forma parte de su práctica habitual también en la Policlínica Mayor de Molina (Murcia), donde continúa desarrollando su actividad de manera privada.
A lo largo de su trayectoria, la Dra. López ha abordado una amplia variedad de casos, pero hay uno en particular que marcó un punto de inflexión en su carrera, tanto por su rareza como por su impacto clínico y emocional. Durante el seguimiento de una paciente intervenida inicialmente por lo que se consideraba un mioma típico, los hallazgos posteriores llevaron al diagnóstico de un leiomiosarcoma uterino, una neoplasia maligna poco frecuente y de comportamiento agresivo.
Este caso, además de resaltar la importancia del juicio clínico y del seguimiento multidisciplinar, reforzó su compromiso con la vigilancia oncológica y la necesidad de un abordaje individualizado en el tratamiento de la patologíauterina. La experiencia no solo supuso un reto médico, sino también una reflexión profunda sobre la importancia de la precisión diagnóstica en ginecología mínimamente invasiva.
¿Qué es un mioma y que riesgo de malignidad tienen?
Los miomas uterinos —también conocidos como fibromas— son tumores benignos que se desarrollan en el músculo del útero. Son muy comunes, especialmente en mujeres en edad fértil, y en la mayoría de los casos no presentan síntomas o solo causan molestias leves como sangrados abundantes o dolor pélvico.
A pesar de su frecuencia, el riesgo de que un mioma sea en realidad un tumor maligno, como un Leiomiosarcoma uterino, es muy bajo. Se estima que menos del 1% de los miomas diagnosticados clínicamente resultan ser cancerosos. Sin embargo, debido a que los sarcomas pueden parecerse mucho a los miomas en pruebas de imagen, es crucial que los profesionales estén atentos a signos atípicos y cuenten con protocolos de actuación rápida, como la biopsia intraoperatoria.
La detección precoz de un sarcoma uterino gracias a una biopsia intraoperatoria durante un tratamiento de radiofrecuencia. Un testimonio que subraya la importancia de la tecnología, la intuición médica y los protocolos quirúrgicos rápidos y eficaces.
Dra. López, ¿podría contarnos brevemente en qué consistía el caso?
Era una intervención programada inicialmente como una radiofrecuencia habitual. La paciente presentaba un mioma uterino de gran tamaño, con sintomatología habitual, pero sin señales de alarma evidentes. Como es habitual en todos los tratamientos de radiofrecuencia, previo al tratamiento, (pero en el mismo día acto) se toma una prueba de tejido mediante una aguja de biopsia, que se envía a estudio patológico y posteriormente se realiza el tratamiento de radiofrecuencia de manera habitual.
¿Qué implicó esa decisión y qué encontraron?
Gracias a la colaboración inmediata del equipo de anatomía patológica, en menos de 24 horas teníamos el resultado: se trataba de un sarcoma uterino, un tipo de tumor maligno poco frecuente pero de evolución agresiva. El hallazgo nos permitió con inmediatez programar la reintervención y aplicar un abordaje oncológico adecuado desde el primer momento.
¿Qué hubiera pasado si no se hubiera hecho esa biopsia?
Lo más probable es que el diagnóstico se hubiera retrasado meses o años, hasta el análisis diferido del tejido extirpado. En ese tiempo, el cáncer podría haber avanzado, afectando la estrategia terapéutica y el pronóstico. Detectarlo al instante nos permitió actuar con precisión quirúrgica y planificar un seguimiento oncológico inmediato.
Usted es experta en radiofrecuencia aplicada a ginecología. ¿Qué lugar ocupa esta técnica frente a casos como este?
La radiofrecuencia es una gran aliada en el tratamiento de patologías benignas como los miomas, sobre todo cuando se busca preservar el útero y la fertilidad. Pero este caso es un recordatorio de que aunque en un número ínfimo, no todos los miomas son lo que parecen. Por eso es fundamental mantener una actitud vigilante y combinar innovación con una mirada clínica atenta.
¿Qué mensaje dejaría a colegas y pacientes?
Que no subestimemos el poder de una sospecha clínica bien fundamentada. La tecnología nos acompaña, pero la clave sigue siendo escuchar, observar y decidir con rigor. Y, sobre todo, actuar con rapidez. En este caso, la biopsia intraoperatoria no solo cambió un diagnóstico, cambió un destino.